jueves, 8 de diciembre de 2011

II MARATON DE MALAGA



Cuando se cruza la linea de meta de un maratòn,lo primero que se mira es el reloj que te indica lo que has tardado en recorrer la distancia mìtica de los 42km,son unas cifras que te dicen a la cara en cuanto se mide tu esfuerzo.El tiempo es algo fijo, que no se puede adulterar,pero lo que no se puede negar es que al fin al cabo son solo cifras y las cifras son frias,las cifras no entienden de sufrimientos,de entrenamientos previos,de sacrificios,de madrugones,de frios ,de tiradas largas y de mil pequeños detalles que hacen grandes los maratones.Pero los atletas somos un poco esclavos de las marcas,la mia en este caso fue de 3h6m,¿està bien?¿està mal?,no lo se,yo solo puedo hablar por mi mismo,y ahora con el paso de las horas puedo decir que estoy muy contento.Como ya he dicho,las cifras son frias pero tienen una historia detràs que voy a intentar contar.Cuando el sol empezò a asomarse por la ciudad malagueña lo hizo con un invitado al que ningùn corredor quiere ver,el viento.Conforme se iba acercando la hora de la salida,nos dimos cuenta de que el fuerte viento iba a ser un condicionante a tener en cuenta,las carecteristicas del circuito malagueño,con unas amplias avenidas paralelas al mar,hacen que la accion del dios Eolo se note mucho màs,pero bueno eso es algo con lo que se tiene que contar y que no se puede controlar.La hora de salida se va acercando,los minutos se van consumiendo a la misma velocidad que van creciendo los nervios de los 700 valientes que nos ibamos a atrever a emular a Filipides.En la zona de calentamiento la tensiòn se refleja en las caras de los atletas,aunque siempre se puede tener un momento para acercarse a Martin Fiz y decirle lo mucho que se le admira.En fin,salimos a la pista,nos colocamos en nuestros respectivos cajones de salida y con el sonido del disparo,nuestras piernas empiezan a descontar km hasta la linea de meta.Empezamos a correr,y efectivamente el viento te hace ver que no nos va a dejar en paz durante toda la carrera.Los primeros minutos sirven para colocarse cada uno con el grupo que mejor le vaya a su ritmo,el mio es de 4m05s,me encuentro bien,me encuentro fuerte y la verdad es que el ritmo me resulta fàcil de llevar,cuando giramos en el km12,en direcciòn al estadio vuelve el aire a darnos fuerte de cara,se compensa con la fuerza que aun tenemos guardadas en las piernas,la cosa pinta bien y poco a poco nos acercamos a la media maratòn que en mi caso lo paso en 1h26m.La carrera sigue su curso sin nada reseñable,los km van cayendo y el ritmo se mantiene,en teoria todo perfecto,en un rapido calculo mental,llego a la conclusion de que si sigo ese ritmo acabare en 2h53m,desde luego que lo firmo en ese momento.Pero las carreras y mucho mas un maraton,no es una ecuaciòn matemàtica,influyen muchos factores,y aunque no se cuales son los que me afectaron a mi,lo cierto es a partir del km 37 mi ritmo empieza a bajar,mis piernas empiezan a bloquearse y mi cabeza se niega a mandar las ordenes oportunas a mis piernas para que sigan corriendo.Los ùltimos 4km sufro como nunca habìa sufrido en ninguna otra carrera,el famoso muro del maratòn se levanta ante mi y no me veo capaz de superarlo,mi cabeza piensa entonces en andar y acabar el maraton andando,y en eso que se me presenta ante mi un angel.un angel con una camiseta azul,es mi amigo Paco que me anima y casi me obliga a acabar dignamente.Cruzo la meta en 3h6m y con cierta sensaciòn de fracaso personal,pero esa sensaciòn se me pasa rapidamente,creo que es una gran marca y ha sido una gran carrera.Creo que todo lo demas sobra y creo tambien que es la manera adecuada de acabar esta crònica.Un abrazo y hasta la pròxima.